Han pasado ya 60 años de que el poeta chileno Pablo Neruda publicara, en nuestro país y acompañado de los muralistas Rivera y Siqueiros, su obra más ambiciosa: Canto General. Neruda es reconocido como uno de los intelectuales latinoamericanos más importantes del siglo XX. Este personaje no sólo creó una bella obra, también tuvo una carrera política importante y, como tal, vivió persecuciones y fue víctima de censura. Neruda fue un diplomático entusiasta. Apoyo el movimiento republicano durante la Guerra Civil española y, durante varias etapas, fue incómodo crítico del gobierno de su país. Siendo senador, en 1947, Neruda publica una carta llamada Carta íntima para millones de hombres la cual provoca su proceso de desafuero incentivado por el propio presidente de la República. Neruda desafía la censura, imperante en Chile en esos años, y sigue criticando al gobierno desde la prensa, lo cual, en 1948, le cuesta una orden de aprehensión. El poeta permanece refugiado en incognito en su país y fuera de él hasta superar las adversidades políticas. Así comienza un periplo por varias naciones. En 1949, Neruda participa en el Congreso de Partidarios por la Paz en nuestro país. Aquí da cauce a su brillante obra Canto General y es editada por vez primera con bellas ilustraciones de Diego Rivera y Alfaro Siqueiros. El sexagenario de su aparición es un gran pretexto para hacer memoria y destacar rasgos relevantes de este poema que logra integrar parajes e historias de todos los países del continente americano. Neruda fue escribiendo este poema por partes. Comenzó por armar una serie de versos que describieran la complejidad territorial de Chile. El verso “Oda de Invierno al río Mapocho”, que es el más antiguo del canto, es la síntesis de lo que Neruda llamó Canto General a Chile en 1938. Fue esta iniciación telúrica lo que devino en la creación del canto; es cuestión de leer los versos Botánica, Océano y Atacama para constatar la génesis de esta apreciación territorial como eje poético. Mas la decisión de armar un poema de la América completa es tomada luego de dos importante hechos. El primero es que en 1940 es nombrado cónsul general en México. A partir de entonces y durante los siguientes tres años Neruda recorre varias ciudades no sólo mexicanas sino de Centroamérica y el Caribe. La impresión que tuvo el poeta de la geografía de este lado del continente le empuja a escribir el famoso poema “América no invoco tu nombre en vano” incorporado luego como canto sexto del Canto General. Ahí Neruda ensaya una visión panorámica del territorio que utiliza como plataforma de cierta dimensión histórica. Según algunos críticos sería este un reflejo de las dificultades estilísticas sobre las cuales el poeta tendría que trabajar un par de años más. En 1943 Neruda comienza su regreso a Chile. Durante el viaje en barco hace escala en varios países para dictar conferencias o recitales. Así es como tiene oportunidad de visitar Macchu Picchu en el Perú. Hecho fundamental para consolidar el proyecto integral del Canto General. Así, como segundo aspecto relevante para comprender el eje telúrico del canto, da luz en 1946 el poema “Alturas de Macchu Picchu” donde se expone con mayor eficacia la poética geográfica como punto focal de la construcción visual de los versos. Neruda escribe estos versos a su regreso a Chile. Debió retirarse de la vida pública algunos meses para hacerlo. Quizá sea durante este periodo que conformó el régimen estético que impera en el canto: la visión panorámica. Sobre la retórica del hombre que se eleva sobre la tierra para salvar a sus hermanos, Neruda derivó una épica del pueblo que se cura de antiguos dolores; una ciudad futura. Mírame desde el fondo de la tierra, labrador, tejedor, pastor callado
domador de guanacos tutelares
albañil del andamio desafiado
aguador de las lágrimas andinas
joyero de los dedos machacados
agricultor temblando en la semilla
alfarero en tu greda derramado
traed la copa de esta nueva vida vuestros viejos dolores enterrados.
Lo que viene luego, desde 1948 hasta 1950, en la vida de Neruda será parte sustancial no del recurso poético del libro sino como herramienta de lectura sobre las figuras retóricas del artista. En 1948 Neruda encara desde el senado chileno al presidente González Videla por las persecuciones contra los mismos comunistas que le llevaron al poder. Luego de esas declaraciones Neruda se autoexilia. Vive como un ganadero clandestino y encuentra los elementos críticos alusivos a “Los traidores” del Canto General. Así, a partir de entonces, Neruda focaliza la épica del pueblo sobre una retórica prehispánica que enaltece el valor de la tradición popular frente a la imagen de los invasores hispánicos que insultan a la “Madre Tierra”. Con ello Canto General se articulaba sobre una teoría crítica del presente a partir de tropos figurados en las evocaciones indigenistas: como Macchu Picchu y Chichen Itzá. Es en este sentido que debe leerse la tentativa del poeta de transformar una serie de poemas en un Canto General integrador de una metáfora del continente.
En este estado de cosas llegó de nuevo Neruda a México. En 1949 es recibido por los pintores Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros para formar parte de una liga de intelectuales denominada “Por la Paz”. En 1950 se logra la publicación del libro, en la coyuntura de artistas y grupos de resistencia a la guerra nuclear. Tales intenciones se vieron retratadas en la organización del Congreso Continental de Cultura en Chile en 1953. Del paso de Neruda por México quedan como testimonio, pues, grandes obras poéticas y pictóricas. Basta contemplar las ilustraciones que ambos pintores mexicanos hicieron para acompañar la edición del Canto General. Rivera mismo quedó tan conmocionado por el poema que conservó el cuadro que hizo para la ilustración, en un formato mayor, y le denomino América prehispánica. Siqueiros realizó posteriormente más dibujos para el poema e intentó captar otros momentos del canto. Neruda conservó esta primera edición como un gran logro, pues las condiciones políticas y estéticas en las que aconteció fueron toda una epopeya. Actualmente se puede consultar en la Biblioteca Nacional de México, en C.U., el ejemplar original de este Canto General. Lo cual, a 60 años y en la víspera de los bicentenarios de independencia de algunas naciones de Latinoamérica, resulta no sólo un evento de conmemoración sino un ejercicio de actualización de un viejo sueño del poeta: la unidad de un continente a pesar de las grandes diferencias ideológicas. ¿Será ahora posible tal proyecto? ¿Cómo podríamos explicárselo a Neruda?
Gracias por su entrega.su trabajo sera incorporado a uno de nuestros portales
ResponderEliminarLo saludamos desde los portales nerudianos visitados por mas de 180.000 personas
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Pancho Calama
Productor/Editor